sábado, 28 de octubre de 2017

Noticias de la niebla


NOTICIAS DE LA NIEBLA

Triunfo Arciniegas
Cartagena de Indias (Colombia), Ediciones pluma de Mompox SA, 2011, 127 págs.

   Nacido en Málaga (Colombia) en 1957, Triunfo Arciniegas desarrolló numerosos trabajos de supervivencia hasta dedicarse a la enseñanza, primero como maestro y, más tarde como profesor de universidad. En la actualidad, Arciniegas es uno de los más reconocidos autores de literatura infantil dentro y fuera de Colombia, desde La silla que perdió una pata y otras historias (1998) hasta La casa de chocolate (2009), un terreno en el que ha logrado numerosos reconocimientos y le ha permitido dedicarse por entero a la creación literaria. Alternando géneros como el cuento, la novela, el teatro y la poesía, el escritor ha publicado ya en el presente siglo, fuera del territorio de la literatura infantil, obras como El jardín del unicornio y otros lugares para hombres solos (2002), Mujeres muertas de amor (2008), Cuerpo de amor herido (2010) o Mujeres (2001).
   En 2011 la editorial colombiana Pluma de Mompox SA reeditó Noticias de la niebla, una compilación de microrrelatos agrupados en seis bloques que atrapan en sucintos relatos de diversa morfología estampas marcadas por el dramatismo, la violencia, el sexo y la muerte, contempladas desde un distanciamiento irónico que logra mediante una expresión intensamente poética, apreciaciones ingeniosas y desenlaces imprevistos.

Pequeños cuerpos

   Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron. [p. 55].

Última función

   Aunque el público estalló en aplausos cuando la cabeza de la mujer rodó por el escenario, el mago supo que algo había salido mal. [p. 82].

Escena de la vida conyugal

   Como presentía que al concluir el crucigrama encontraría la muerte, se tomó todo el tiempo. Su mujer le susurró al oído la última palabra. [p. 93].

Amor mío

   Antes de convertirse en encarnizados enemigos, enloquecieron el uno por el otro. Animales hambrientos e insaciables, se amaron hasta en los callejones, se escribieron cartas apasionadas y se llamaron a todas horas para reafirmar una promesa que juzgaron eterna. Pasaron días de cuentos de hadas y noches muy felices, compraron una casa y engendraron dos hijos, dos niños aterrados que ahora contemplan los desastres del amor: los muebles destrozados, la sangre, los cuerpos, la policía y los curiosos que acuden como moscas a la escena del crimen [p. 94].

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