viernes, 26 de mayo de 2017

Forja del viento


FORJA DEL VIENTO
Cuadernos del taller
(Antología de relato y poesía, 2003-2004)

Manuel Simón Viola [coordinador]
Don Benito, Fondo Editorial de la Concejalía de Cultura, 2004, 217 págs.
Prólogos de Antonio Sáez Delgado (“Tratado de emociones”) e Isabel Galán (“El taller de relato y la poesía”).

   Buscando un libro extraviado entre tantos otros, he encontrado este ejemplar de los cuadernos del taller, una de las actividades más gratificantes en que uno ha tenido la suerte de participar, que recoge composiciones en prosa y verso de los alumnos asistentes en el curso académico 2003-2004. La magnífica composición de portada es un bellísimo homenaje lorquiano, un poema objeto de Juan Ricardo Montaña titulado “Romance de la luna, luna” (óleo sobre lienzo, madera de encina, hierro y seda). En el prólogo al volumen, Antonio Sáez, por entonces Presidente de la Asociación de Escritores Extremeños, consideraba: “Escribimos en soledad, es verdad, igual que en soledad leemos. Pero rápidamente disfrutamos al compartir con otras personas nuestras experiencias, nuestras ilusiones, nuestras expectativas literarias. Todos juntos aprendemos a sofocar esa hoguera de las vanidades que parece tantas veces el mundo de la literatura, y lo hacemos por medio del amor del trabajo, de las lecturas bien escogidas y orientadas, del tiempo pasado corrigiendo un texto que, poco a poco, pasa a tener vida autónoma” [p. 12]
   Dentro del apartado “Cuaderno del relato” participaron Elena Casado Blanco, Antonio Fernández Parejo, Consuelo Morcillo García, Mercedes Ortiz, Francisco de San Eugenio, José María Trujillo y Leticia Valencia. En el “Cuaderno de poesía” colaboraron Carmen Amador Torres, Gumersindo de la Corte Rosas, Basilio Fernández Crespo, María José Fernández Sánchez, Antonio Guerrero González, Teresa Guzmán Carmona, Consuelo Morcillo García, Marisa de Llanos Pérez y José María Trujillo.
   Reproducimos dos textos breves, un microrrelato de Leticia Valencia y un poema de Teresa Guzmán Carmona.

LA PATITA BLANCA

   La madre se coloca los guantes blancos. Siete pares de ojos la observan apenados.
         -Niños, me voy al mercado. No le abráis la puerta a nadie que no sea yo.
   Siete bocas que protestan, siete voces que gritan, que exclaman airadas: Pepito me ha pegado, Sarita no me deja jugar, Mari no quiere comer, Paquito y Fito me han manchado, Anita me ha “mordío”, Caco ha roto el jarrón… Y solo una boca para decir: “A nadie que no sea yo”.
   Cierra la puerta tras ella. El lobo aguarda agazapado en la escalera. Al verle, le sonríe y le da sus guantes blancos.
         -Buen provecho.

[Leticia Valencia]

I

CERTEZA

Cuando vuelvas al principio,
nombra las cosas por ese nombre
que jamás tuvieron después,
desanda los pasos cotidianos
como el ciego en cuyo bastón
aguarda siempre el futuro,
y cuando llegues,
escribe de nuevo sobre las losas
los nombres de todos los que se perdieron.

Tendrás la certeza entonces…

Tendrás la certeza de la ausencia,
un amargo regusto en la comisura de los labios,
una visión terrible de este lugar de devastación
que hoy más que nunca,
parece llamarse como tú.

Tendrás la certeza entonces…

Tendrás la certeza de que un día amaste
como un esclavo de Apolo
a cuya puerta, casi por casualidad,
llamó un rostro ya jamás olvidado.
Y creerás entonces
desde esa visión iluminada
que siempre ofrece el pasado,
que también ella te amó.

[Teresa Guzmán Carmona]

No hay comentarios:

Publicar un comentario