domingo, 31 de mayo de 2015

Pelota de trapo


PELOTA DE TRAPO

Adalberto Agudelo Duque
Ciudad de Ibagué, Tolima (Colombia), Ed. Caza de Libros, 2014, 213 págs.

   Adalberto Agudelo Duque (Manizales, Colombia, 1943) es autor de una dilatada obra literaria, reconocida con numerosísimos galardones nacionales e internacionales, que se ha abierto a géneros como la poesía (Los pasos de la esfinge, 1985; Los espejos negros, 1991; Reloj de luna, 2002) y el ensayo (Efectos Möebius en la literatura colombiana, 2003), pero su aportación más valiosa se da en el terreno de la  narrativa, tanto en el relato breve (Primer cuentario, 1980; Variaciones, 1994) como en la novela (Suicidio por reflexión, 1967; De rumba corrida, 1998; Abajo en la 31, 2007, o Toque de queda, 2008). Hace unos meses Caza de Libros, editorial de Ibagué, publicó Pelota de trapo, novela que había conseguido el premio “Ciudad de Bogotá” de 2008. Con una marcada predilección por los procedimientos de construcción experimentales de la novela de los años setenta, se traza en ella el itinerario de unas gentes humildes apasionadas por el fútbol más auténtico (el de los obreros que se enfrentan cada semana a un juego bronco, pero noble, ignorado por los focos y los medios de comunicación), que descubren cómo fuera de los embarrados campos de fútbol se extiende un mundo más duro aún de “niebla y roca, de frío y soledad” en donde el único propósito es la supervivencia en un entorno, humano y natural, extraordinariamente hostil.


   “Y de pronto, sin previo aviso, cesó la tormenta. Un sol grande casi rojo apareció en el cielo y de inmediato sintió calor en sus ropas emparamadas. ¿Dónde estaba? Reconoció matas de romero, árnica, pajonales. No había caminos, ni la mancha marrón que le servía de referencia. Como a trescientos metros intuyó el morado resplandor de un papal y la cinta ondulante de un penacho de humo. Humo es chimenea, chimenea es techo, techo es casa, casa es gente. Fue allá. Con el ejercicio, el sol y la esperanza se dio cuenta de que estaba vivo, no era como pensaba un fantasma entre los torrenciales paramunos. Una mujer y varios niños salieron a recibirlo, asustados, incrédulos. Lo demás fue tomar aguapanela caliente, comer queso, cambiar de ropas y arrimarse al fuego para evaporar el susto de saberse perdido, lejos del campamento, pero cerca de la vida todavía” [p. 12]

viernes, 29 de mayo de 2015

Santiago Castelo



 Ha fallecido en Madrid a los 66 años de edad José Miguel Santiago Castelo (Granja de Torrehermosa, 1948). Hoy quiero recordarlo con un poema que incluyó en su segundo libro, Memorial de ausencias (Salamanca, Colección Álamo, 1979, premio Fastenrath de la Real Academia Española), en que ya pareció intuir este momento fatídico.

CAMPOSANTO DE GRANJA

A la memoria de Manuel Machado
Nube, sierra, campo,
vida, sueño, muerte...
Cuando acabe todo
aquí está mi suerte.
Aquí bajo un viento
preñado de luces
con el eco tibio
de la serranía
aquí tengo un huerto
sembrado de cruces
y un ciprés de sombra
y melancolía...

Aquí lo más cierto
y lo más seguro...
Iré por la vida,
seré lo que sea.
Al final me queda
un ancho futuro
de habares y lilas,
de trigal y azalea...
Una rosa al aire
y un vencejo al vuelo...
Mi cuerpo en mi tierra
y mi risa al cielo.

Juego de ambiciones
echado a esta carta:
un corto camino
y una estrella alta.
Nube, sierra, campo,
vida, sueño, muerte...
Cuando acabe todo
aquí está mi suerte.



martes, 26 de mayo de 2015

La posada del Almirante Benbow


LA POSADA DEL ALMIRANTE BENBOW

Octavio Escobar Giraldo

Manizales, Editorial Universidad de Caldas, 2015, 43 págs.
Ilustraciones de Camilo Marín López

   Octavio Escobar (Manizales, 1962) es profesor de literatura en la universidad de Caldas y uno de los narradores colombianos más reconocidos dentro y fuera de su país, pero también en Extremadura, que ha visitado en varias ocasiones, donde la editorial cacereña Periférica ha publicado dos de sus títulos, Saide (2008) y Destinos intermedios (2010, título que, asimismo, da nombre a su blog), en tanto Antonio María Flórez seleccionó El álbum de Mónica Pont enTransmutaciones, una antología de la literatura colombiana actual publicada por la Editora Regional de Extremadura. Paralelamente a sus novelas (con otros títulos aparecidos en Colombia como El último diario de Tony Flowers, 1994; 1851. Folletín de cabo roto, 2007, o Cielo parcialmente nublado, 2013), el narrador colombiano también ha publicado relatos en libros como De música ligera (1998, premio nacional de literatura del Ministerio de Cultura) y Hotel en Shangri-Lá (2004). Recientemente la Editorial valenciana Pre-Textos publica Después y antes de Dios (ganadora del premio internacional “Ciudad de Barbastro” de 2014). Ahora, la editorial manizaleña Universidad de Caldas publica en una cuidadosísima edición maquetada e ilustrada por Camilo Marín López un delicioso relato aparecido por primera vez en 1997, cuya trama se adosa a la novela más conocida de Stevenson, La isla del tesoro (1883), dando protagonismo a un personaje episódico de esta, la madre de Jim Hawkins, quien en tres cartas dirigidas a su amiga Elinor complementa, desde su perspectiva, los episodios que su hijo relató o dejó meramente apuntados. Reproducimos el momento en que madre e hijo encuentran el primero de los tesoros.


   “Jim repitió que el Capitán tenía de plazo hasta las diez de la noche no sé bien para qué, así que me tranquilicé y subimos al cuarto del difunto. Aquel maltrecho baúl debió recorrer muchos mares, olía a tabaco y contenía un sextante, brújulas, pistolas, un reloj español, un vestido sin estrenar de buena fibra y corte, una barra de plata y otras vagamunderías de marinero. Un capote raído ocultaba una bolsa con monedas y una cubierta de hule” [p. 26]

jueves, 21 de mayo de 2015

Desplazados del paraíso


Desplazados del paraíso

Antonio María Flórez

     De madre  dombenitense y padre colombiano, Antonio María Flórez ha alternado por razones educativas y luego profesionales periodos de su vida en España y en Colombia  lo que le ha permitido conocer de primera mano el panorama literario de ambos países y lo ha convertido en un valioso puente de unión entre ellos. Por esta circunstancia, sus libros de poesía, asimismo, han aparecido en Colombia (El círculo cuadrado, 1987; En cámara lenta, 1989; ZOO (poemillas de amor antiecológicos), 1993; El arte de torear, 2002) y en España (El bar de las cuatro rosas, 1995; Antes del regreso 1996; Corazón de piedra, 2011). Desplazados del paraíso, un poemario galardonado con el premio Nacional de Poesía ‘Ciudad de Bogotá” apareció en Colombia (2003) y en España (2006) publicado por la Editora Regional de Extremadura, en tanto Bajo tus pies la ciudad (2012) aparecería en la editorial emeritense De la Luna libros. Recientemente han visto  la luz En las fronteras del miedo (Badajoz, Alcazaba, 2013) y La muerte de Manolete. Crónica en escena (Don Benito, GEVA, 2014, en línea de un poemario anterior (Tauromaquia. Antología Trema, Don Benito, Concejalía de Educación y Cultura, 2011). Ahora la editorial Universidad de Caldas reedita Desplazados del paraíso, un conjunto de cuarenta y cinco poemas, once de ellos en prosa, que relatan el itinerario seguido por una pareja de jóvenes desde su casa, asolada por la violencia, a la ciudad en un viaje por valles selvas y ríos, asediados por peligros ocultos de diversa condición (“los fragosos cauces de los ríos, en sus súbitas caídas”, en lo alto cerrado del monte”, “los caminos vacíos / la noche, los disparos, los gritos, / los muertos presentidos”. Reproducimos la novena composición del poemario (cuya portada, un grabado de Durero titulado “La expulsión del paraíso”, invita a una lectura no localista de estos notables poemas). 



   Y llevan 
en sus alforjas 
algunas pocas pertenencias; 
habitan en el día oscuros rincones 
de caballerizas y galpones malolientes 
y en las noches recorren sudorosos 
caminos marginales de niebla 
entre susurros y plegarias.
 Al alba, siempre al alba, buscan riachuelos,
 pequeñas fuentes de agua, donde sacian su sed
 y se lavan la angustia de sus pieles rotas. A veces los peces tocan 
sus cuerpos desnudos y se anegan de amor e inciertas promesas. 
Se aman, se seguirán amando, buscando el mar o las ciudades,
así el miedo los obligue a seguir andando 
con las alforjas ya vacías pero los sueños intactos.   

miércoles, 13 de mayo de 2015

martes, 12 de mayo de 2015

Nundinae


NUNDINAE

Juan Ricardo montaña
Don Benito, Concejalía de Cultura, Fondo Editorial, 2015, 56 págs.
Ilustraciones del autor.

   Nacido en Don Benito en 1949, Juan Ricardo Montaña ha cultivado varias disciplinas creativas. Entre ellas, es coautor y editor de los libros objeto Vberitas (1993), Amaltea (1994), Caligae (1995), Tierra de encinas (1996), Sed de agua (1997) y Brisa de alas (1998).
   Como autor de poesía visual, ha sido incluido en diversas antologías, como Pensar y pintar a Lorca, Caja de truenos, La palabra imaginada, Todos o casi todos, Cuadernos escolares o Aldea poética. En dos ocasiones ha sido seleccionado en el premio de Poesía Experimental de la Diputación de Badajoz. En 2003 vio la luz Voces y Ecos, la más completa selección de su poesía visual, y en 2012 fue incluido en la antología Poesía experimental española de la editorial Calambur. En la actualidad, dirige la revista literaria “Vberitas” de Ventana abierta.
   Nundinae, que ahora publica el Fondo Editorial de la Concejalía de Cultura de Don Benito, puede ser considerado como un segundo capítulo o continuación de un libro anterior, Viaje a Éfeso (Littera Libros, 2005), que arranca con la llegada del protagonista a esta ciudad del Asia Menor, marcada por las huellas de Grecia y Roma (el libro anterior había narrado, sustancialmente, el viaje desde Hispania) y, como en aquella narración, nos hallamos ante un texto demorado y descriptivo con un narrador abierto a sensaciones de toda condición, seducido por el mundo que descubre, en especial por los objetos (con una pasión digna de un coleccionista) procedentes de numerosos lugares del imperio romano.

   “Hay un bullicio ensordecedor. A porfía, los vendedores vocean sus productos en una auténtica babel y las mercancías atiborran los tenderetes. Nos acercamos a uno con ricas telas de seda, procedentes de la China. La esposa de Cayo elige las más adecuadas a las edades de mi madre y hermana. Para acompañar a las telas, unos pendientes de Persia, brazaletes de la India y sandalias de Creta. Yo compro para mi padre un vaso de bronce antiguo, procedente de Etruria. Tiene la forma de las vasijas de cerámica pero con un asa particular: la diosa de la Tierra, franqueada por dos leones. Para mi abuelo, un arnés de caballo procedente de Cartago. Afeites y perfumes para las abuelas. Mi abuelo Marco agradecerá los papiros de Alejandría. Nos detenemos en uno de Hispania, llegado de Setabis” [pp. 33-34]

sábado, 9 de mayo de 2015

Premio "Francisco Valdés" de periodismo



   El pasado 8 de mayo se celebró la XVIII edición del Premio Nacional de Periodismo “Francisco Valdés”, un galardón que, convocado por el Ayuntamiento de Don Benito desde 1998 y auspiciado por José Miguel Santiago Caselo, ha sido otorgado a escritores como Juan Manuel de Prada, Eugenio Fuentes, Rafael Sánchez Ferlosio, Gonzalo Anes, José Antonio Zarzalejos, Raúl del Pozo, Andrés Trapiello, Pilar Galán, Carmen Posadas, Antonio Burgos o César Antonio Molina (quien, por cierto, impartió una conferencia titulada “El futuro de la lectura” en la velada de la entrega del galardón). Ese mismo día, un jurado presidido por Manuel Casado Velarde, Catedrático de Lengua Española de la Universidad de Navarra y miembro de la Real Academia de la Lengua, concedió el premio correspondiente a 2015 a Eva Díaz Pérez por un artículo titulado “Divagando por la Sevilla del Quinientos” aparecido el diez de octubre de 2014 en El Mundo Andalucía. En la fotografía, María del Mar Gómez Fornés, ganadora de la pasada edición, junto a Juan Ricardo Montaña.

martes, 5 de mayo de 2015

Suroeste


SUROESTE
Revista de Literaturas Ibéricas

Sáez Delgado, Antonio [Dir]
Badajoz, Editora Regional de Extremadura, nº 4, 2014, 204 págs.

   Hace ya algunos meses vio la luz el número cuatro de la revista Suroeste dirigida por Antonio Sáez Delgado, sin duda el proyecto más ambicioso y logrado del panorama de publicaciones periódicas regionales y aun nacionales. Como en números anteriores, la revista, espléndidamente maquetada (Luis Costillo), acoge a creadores portugueses, castellanos, gallegos y catalanes, con una especial inclinación por los escritores lusos, dando así una excelente réplica a la consternación de Miguel de Unamuno cuando escribía: “Mas, aun siendo los dos vecinos aislados los dos, en cierto modo, del resto de Europa, yo no sé qué absurdo sino nos ha mantenido separados en lo espiritual […] Y siendo así, ¿a qué se debe este alejamiento espiritual y esta tan escasa comunicación de cultura? Creo que puede responderse: a la petulante soberbia española, de una parte, y a la quisquillosa suspicacia portuguesa, de la otra parte. El español, el castellano, sobre todo, es desdeñoso y arrogante, y el portugués, lo mismo que el gallego, es receloso y susceptible. Aquí se da en desdeñar a Portugal y en tomarlo como blanco de chacotas y burlas, sino conocerlo, y en Portugal hasta hay quienes se imaginan con que aquí se sueña en conquistarlo” [texto de contraportada]
   Como es habitual, las colaboraciones, muy numerosas, se agrupan en cuatro apartados: poesía, narrativa, ensayo y crítica literaria, además de incluir dos encartes (de João Grama y Ruth Morán). Reproducimos uno de los poemas de Jaime Rocha.

Na Cidade, Aqui

Aqui era um caminho de hortas.

Habita-se uma cidade dentro
do seu pasado.

Aqui havia um banco onde os velhos
passavam a tarde.
Aqui existia uma árvore.
Aqui, neste espaço, era o mar.

Então, vou andando pelas ruelas
dizendo a mim mesmo que é assim
que se constrói a memoria,

aquí um lago,
lamaçais, florestas, matas,
hábitat de feras, de plantas carnívoras,
de insectos gigantes.

Agora são os predios, os candeeiros,
o lixo.

Ou_________________________,

por aqui passaram carruagens,
e diligências com destemidos opositores
a monarquía ou fugas de viscondessas
e condes para noites de alcova.

Por aqui passaram escritores, pintores,
boémios e guerrilheiros fugidos
à polícia secreta.

Aqui houve combates de morte,
doenças e pragas.

Aqui se cosntruíram efémeros
mercados e campos de jogos.

Neste local foi visto fogo-de-artifício,
fogueiras, procissões.

Aqui se nasce para morrer.

lunes, 4 de mayo de 2015

Cuentos del día a día


CUENTOS DEL DÍA A DÍA

Tomás Martín Tamayo
Sevilla, Ed. Punto Rojo, 2015, 371 págs.

   Nacido en Campillo de Llerena en 1947, Tomás Martín Tamayo es un reconocido articulista que ha publicado sus columnas en periódicos regionales (Hoy, Diario.es / Extremadura) y nacionales (El Mundo, ABC, Público), una selección de los cuales apareció en 2002 (222 artículos de Hoy). Además de un libros de poemas (Abstracción de la culpa) y una novela (El enigma de Poncio Pilatos), su trayectoria literaria, reconocida con numerosos premios, ha transitado de modo preferente por el relato, lo que le ha llevado a participar en numerosas antologías del género (Narrativa Extremeña actual, Alquimia, 100 narradores hispanoamericanos, Estrechando círculos, La narración corta en Extremadura, Ficciones, Instintos naturales), y a publicar hasta el momento cuatro compilaciones de cuentos: Cuentos de madrugada (1979), Cuentos al alba (1984), Cuentos de la maldita resignación (1997) y Cuentos eróticos (2006), que ofrecen relatos de muy distinto perfil: narraciones de intención crítica, monólogos de un intenso lirismo, instantáneas de la realidad apenas estilizadas, construcciones alegóricas o escenas próximas al esperpentismo, breves narraciones abocadas a una sorpresa final, con una marcada inclinación hacia la expresión directa y concisa, incluso lacónica, con la que erige pequeños mundos narrativos de perfiles ceñidos.
   Ahora ve la luz en la editorial sevillana Punto rojo Cuentos del día a día, que incluye relatos de los libros citados a lo que se suman diez nuevos cuentos y varios microrrelatos (se presenta como una Primera antología). Mientras leía (o releía) los textos en un ejemplar que el autor ha tenido la deferencia de enviarme dedicado, recordé cómo hace varios años recibí el correo de una antigua alumna en que me decía: “Siempre serás una referencia  y un buen recuerdo. Por cierto, he intentado varias veces poner en pie el cuento que nos leíste del dedo de la mala leche, ¿recuerdas?, es de fácil aplicación en muchas ocasiones". El relato que la chica recordaba procede de Cuentos de madrugada y se titula “Acumulación láctea purulenta”. En él, el narrador describe con todo detalle la dolora y fortísima inflamación que sufre en uno de sus dedos sin que pueda adivinar la causa. Tras recurrir a los remedios caseros y visitar al médico, decide consultar su caso con un curandero. He aquí el desenlace de este relato, a la vez grave y divertido.

   “No le hizo gracia mi salida y puso cara de brujo.
         -Déjese de tonterías y escuche. Esto es lo que le he dicho. Es decir, mucha mala leche junta, aunque ha tenido la suerte, la inmensa fortuna de que se le acumule en un inofensivo dedo. En el corazón o en la cabeza, la cosa no hubiera tenido remedio.
         -¿Se me pasará?
         -Hombre, pasar, pasar… ¡Es que ahí hay mucha mala leche! El tiempo, la muerte… Siempre queda algo, pero ya le digo, toda esa mala leche en el corazón sería un desastre. Puede sentirse dichoso.
         -¿Qué le debo?
         -Trescientos euros.
   Me dieron ganas de coger un bastón que había cerca, pero me acordé de mi acumulación láctea ponzoñosa y de sus consecuencias si se me pasaba al corazón. Decidí pagar.
   Cuando salí de allí, después de haber oído que el único remedio era el tiempo, hasta me sentí feliz. Incluso pensé que haber pagado sin rechistar era un síntoma de mejoría. Me encontraba decididamente bien. Llevar toda mi mala leche en un solo dedo no deja de ser una fortuna. Hay otros…” [pp. 95-96]